Me gusta ver las estrellas, me recuerda un poco
la misma existencia del hombre. Las vemos tan pequeñas de lejos, pero si pudiéramos
acercarnos como lo hacen los científicos desde sus telescopios, nos daríamos
cuenta de lo grandes que son y de sus componentes únicos, esos que las hacen
brillar a lo lejos, cada una de ellas hace del universo un todo y en su
conjunto son capaces de deleitar las miradas de los curiosos que nos atrevemos
a observar el cielo en las noches.
Para mi cada ser humano es una estrella,
pequeños a lo lejos pero grandes cuando nos acercamos a conocerlos más, cada
uno es único y tiene dentro de si un sin número de pensamientos y emociones
irrepetibles, cada uno de manera individual somos nuestro propio universo,
lleno de enigmas y sorpresas y también brillamos como las estrellas.
Es interesante ir descubriéndonos a nosotros
mismos, saber a quién nos toca alumbrar o de que grupo de constelaciones
formamos parte. El paso por la vida nunca es en vano, aprendemos y enseñamos,
somos maestros y alumnos y muchas veces no somos conscientes de ninguno de los
dos roles.
Casi nunca somos conscientes de la temporalidad de nuestra
vida. En el momento creemos que viviremos para siempre y que un año es lo
suficientemente largo como para formarse de 365 días.
No era muy partidaria del existencialismo, hasta el día en
que conocí a un existencialista el mismo año en que murió, él solía leer mi
blog y cuando supe que falleció, mi primer pensamiento fue “QUE BUENO QUE ERA
EXISTENCIALISTA, VIVIO AL MAXIMO SUS POCOS AÑOS DE VIDA”, yo no sé qué dirían
de mi su muriera hoy mismo, solo sé que hasta la fecha me he tomado la vida con
mas mesura y no puedo decir con certeza si eso está bien o mal. Planear da más
seguridad, sin embargo hay planes que jamás se ejecutan por que la vida misma
no nos deja llegar al momento adecuado. Mi consejo es que ejecutemos todo lo
que queramos al día, sin prisas pero tampoco calmado que como decía el padre
hurtado, la vida es como un disparo en la eternidad, cuando menos creemos se acabo
el trayecto.
Frase: "Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. En realidad, la vida es una calle de sentido único." Agatha christie